Había visto este video referenciado en Microsiervos, pero siempre desde el trabajo... Hoy he vuelto a verlo en El Blog de Enrique Dans y me ha picado la curiosidad...
Enrique Dans explica el contenido del siguiente vídeo como:
Lo he visto en el blog de Antonio Fumero. Es un vídeo creado por Michael Wesch, Profesor de Antropología Cultural en Kansas State University, en el que revisa de manera magistral la transición desde el texto en papel al hipertexto, la web, el paso del HTML al XML, los buscadores, los blogs, las tags, los wikis… hasta llegar a la Web 2.0, donde los vínculos ya no sólo conectan textos o ideas, sino que conectan personas. El vídeo acaba llevándonos a la necesidad de repensarnos ideas como el copyright, la autoría, la identidad, la ética, la estética, la retórica, el gobierno, la privacidad, el comercio, el amor, la familia o a nosotros mismos.
Hasta el título es ingenioso, con ese doble significado muy al estilo hermanos Wachowsky en The Matrix, “The machine is us” (”La máquina somos nosotros”), versus “The machine is using us” (”La máquina nos utiliza”). Muy, muy brillante, son sólo cuatro minutos y medio y vale de verdad la pena verlo enterito.
Se me ha puesto la carne de gallina. Increible.
No he podido evitar rememorar la frase de Kraftwerk que leí hace tanto tiempo en una entrevista que les hicieron en AjoBlanco. Ellos no consideraban que estuvieran haciendo música electrónica; lo que ellos tocaban era música étnica. Tocaban lo que habían estado escuchando desde niños, los sonidos que les rodeaban: máquinas, sirenas, percusiones rítimicas producidas por motores...
De alguna manera, este vídeo viene a decir lo mismo. La humanidad inventó la escritura usando los materiales que tenía a su alrededor: tablillas de arcilla, materiales en los que se podían hacer marcas con facilidad. Lo que aquellas primeras gentes escribieron eran las cosas que eran importantes para ellos (básicamente, leyes y transacciones comerciales, asuntos de fe...) Pero sólo unos pocos tenían acceso a esa nueva tecnología.
Con la llegada del papel y la generalización de la alfabetitzación entre la población, cada vez más y más gente accedió a ese nuevo medio, el impreso, y dejó por escrito lo que para ellos era importante. Diarios personales, revistas de aficionados... La publicación, la distribución marcaban el límite...
Pero ahora tenemos la web. Prácticamente gratis. Con espacio ilimitado -o que lo parece-. Ya no sólo podemos escribir nuestras historias y publicarlas al mundo. Podemos colgar nuestras fotos, nuestros vídeos...
Una vez más, aquello que es imporante para nosotros.
Pero no creo que nos encontremos más cerca del final de este camino que nuestros antepasados escribiendo en tablillas de arcilla. La transición a esta -llamada- web 2.0 nos ha enseñado en que ya no sólo podemos dar; ahora también podemos recibir. Podemos recibir comentarios en nuestros blogs, en las fotos que posteamos en Flickr, o los vídeos que colgamos en YouTube.
Hemos pasado del monólogo, a la conversación distribuida.
Empezamos a tener comunicaciones en tiempo real, a través de chats mediante mensajería instantánea o a través de voz sobre ip. Ya no sólo hay texto circulando por la web. Podemos crear nuestras propias emisoras de radio, con nuestra música. Hablar de lo que nos gusta o interesa mediante podcast. O ponernos delante de la webcam y hacer nuestro propio programa de televisión.
La tecnología nos permite hacer cosas que antes, simplemente, costaba tanto hacer que resultaban impracticables. Nos hemos acostumbrado a vivir con esas limitaciones -espaciales, temporales, económicas, morales- y ahora cada vez es más fácil evitarlas.
Estoy absolutamente de acuerdo con las frases finales del vídeo: debemos reflexionar sobre nosotros mismos, sobre cómo la tecnología nos está cambiando como seres humanos.
Y sobretodo, no olvidar nunca que existe el pelibro latente con el que el autor ha titulado el vídeo:
The machine is us (la máquina somos nosotros)
The machine is us/ing us (la máquina nos está utilizando).
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